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Tras la renuncia de Carlos Romero Deschamps a la dirigencia nacional del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, donde se mantuvo por 26 años, ya se registra una disputa entre diferentes grupos por alcanzar ese puesto, el cual es ampliamente deseado por la serie de beneficios que, se supone, genera esa posición.

​Recuérdese el caso tanto del citado Romero Deschamps, como su antecesor Joaquín Hernández Galicia, La Quina, acumularon poder económico y político, donde incluso el segundo se sintió tan poderoso que pretendió enfrentarse al PRI cuando era el partido político más fuerte y, finalmente, resintió la fuerza de Carlos Salinas de Gortari, quien organizó un operativo policiaco para acusarlo de tráfico de armas y, finalmente, caer en la cárcel.

​Sobre quien hace unos días apenas renunció a la dirigencia sindical, más que el interés político se destacó por sus ambiciones económicas, las cuales quedaron en evidencia con la vida de lujos y derroche que disfrutaron tanto él como su familia, al grado de que es investigado por autoridades financieras por presuntas operaciones financieras irregulares.

​Ante ello son varias las personas dispuestas a sacrificarse por los trabajadores petroleros como líderes sindicales, claro bajo el argumento de trabajar en favor de su gremio que, vale precisarlo, es uno de los que gozan de mayores beneficios y prestaciones.

​Pero Luisa María Alcalde, secretaría del Trabajo y Previsión Social, anticipó que acorde con la nueva reforma laboral, el proceso de renovación sindical petrolera deberá decidirse mediante una elección democrática, abierta, con una convocatoria amplia y puntualizó que ’la idea es que pudiera ser a través de un proceso democrático, que iremos viendo de manera responsable con tiempo".

​Al participar en el foro de capacitación El nuevo modelo laboral, realizado la Secretaría de Gobernación la funcionaria federal subrayó que un primer paso será reformar os estatutos del mencionado sindicato petrolero para atender las nuevas reglas laborales, lo cual implica entre otras disposiciones introducir el voto personal, libre, directo y secreto, con una convocatoria abierta y en sitios neutrales, medidas que deberán ser ampliadas y replicadas a todos los sindicatos del país, desde el nivel federal hasta el local.

​El proceso de renovación de dirigentes en el gremio petrolero será una difícil prueba para el actual gobierno federal y, de sus resultados se podrá vislumbrar cuál será el futuro del movimiento sindical a nivel nacional.