Con bombo y platillo, la Secretaría de Hacienda (SHCP) en voz del subsecretario, Gabriel Yorio, destacó que la economía de los estados del sur de México subió 6 por ciento en el segundo trimestre de 2023, el doble de lo reportado a escala nacional de 3 por ciento. Así nos enteramos el 25 de septiembre del 2023. Agregando que la SHCP busca unir esfuerzos con las dependencias de desarrollo económico de Oaxaca, Veracruz, Chiapas, Yucatán y Campeche, para fortalecer el impulso del sur-sureste mexicano, que ha crecido al doble que la economía nacional. Esto lo informó después de tener una reunión en Oaxaca con secretarios de desarrollo económico estatales, destacando que esto se debe a la importancia que tiene la inversión pública sobre proyectos de gran potencial como el Corredor Transístmico del Istmo de Tehuantepec y el Tren Maya. Afirmando que México seguirá creciendo en un rango de 3 a 4 por ciento el próximo año, pero los estados sureños estarán creciendo al doble. ’Si el sur-sureste crece, México crecerá más’, enfatizó. Remarcando que el crecimiento de la región refleja la importancia de la inversión pública y tiene implicaciones importantes, pues no solo está impulsado el crecimiento económico nacional, sino que está integrando infraestructura productiva que motivará que el crecimiento se presente en el largo plazo. Acorde a lo externado por el subsecretario de Hacienda, parece una buena noticia para el sureste y para el país. Aunque tal parece que la afirmación de que será un crecimiento que continuará, no es tan fácil y seguro como lo aseguró. ¿CRECIMIENTO SOSTENIBLE? El 28 de septiembre del 2023, Reporte Índigo, publica: ¿El crecimiento sureño del que presume la administración de AMLO es sostenible?, donde destaca que, si bien las autoridades hacendarias han puesto el foco en el crecimiento económico de los estados del sur, ha superado el avance que mostró el resto del país, especialistas en la materia cuestionan si este comportamiento será sostenido. En esa línea, Jesús Carrillo, director de economía sostenible del Instituto de Competitividad de México (IMCO), señala que el avance sureño está sostenido por la inversión pública del Gobierno federal a través de proyectos como el Tren Maya, la Refinería de ’Dos Bocas’ Tabasco y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Sin embargo, la estructura económica de las entidades de esta zona del país no cambia Agregando que estas grandes obras si pueden tener un impacto, pero no sé si va a ser suficiente para que se cierren las brechas de una manera decisiva, en donde quizá se tenga oportunidad de ver un impacto más grande es en el Corredor Interoceánico, aunque no ha sido ni de cerca el monto de inversiones que se necesitó para el Tren Maya o la Refinería, pero por su naturaleza de ser una conexión con el comercio exterior puede tener mayor impacto. De igual manera, el Índice de Competitividad Estatal 2023 del IMCO apunta que. pese al empuje del gobierno López Obrador a la región sur del país, los estados del centro y norte del país siguen teniendo mejores condiciones para atraer inversiones relacionadas con este fenómeno, en gran medida por el despliegue de infraestructura logística y energética. Datos del Banco Interamericano de Desarrollo señalan que México tiene el potencial más alto para beneficiarse del proceso del nearshoring, que podría generar potenciales ganancias hasta por 35 mil millones de dólares, equivalente a 2.66 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), derivado de nuevas exportaciones de mercancías. Y de acuerdo con el IMCO, la relocalización de cadenas productivas por parte de empresas transnacionales está relacionado con la competitividad de las regiones del país. El despliegue de infraestructura y logística están haciendo a las regiones norte y centro del país espacios más convenientes para el destino de inversiones. Pero no sólo se trata de infraestructura y logística, de acuerdo con el IMCO entre los elementos importantes para que las entidades sean más atractivas se apunta hacia la innovación, el capital humano listo para adaptarse a los próximos desafíos, economías dinámicas, la apertura internacional y preservar el Estado de Derecho. En este índice aparecen al fondo de la tabla con una competitividad baja tres estados del sur del país: Chiapas, Oaxaca y Guerrero. En tanto que los tres con mejores calificaciones son la Ciudad de México, Querétaro y Nuevo León. De acuerdo al estudio del IMCO se valora la competitividad de las entidades del país a través de subíndices, por ejemplo, en el enfocado en la Economía los estados del sur tuvieron niveles de media alta, media baja, baja y muy baja competitividad. Campeche fue el estado peor calificado con una muy baja competitividad en materia económica y Guerrero también se encontraba entre los estados con un desempeño muy bajo. De igual manera sucede con el subíndice de infraestructura que observa elementos relacionados con sectores financieros, de telecomunicaciones y de transporte, que son condiciones necesarias para impulsar el crecimiento, la inversión y la generación de empleo. En este caso únicamente Quintana Roo obtuvo una evaluación media alta, el resto de los estados de la región fueron calificados con niveles medio bajos y bajos. El subíndice de innovación, que mide la capacidad de los estados para competir con éxito en la economía, particularmente en sectores de alto valor agregado, intensivos en conocimiento y tecnología de punta, los estados sureños tampoco fueron evaluados de forma positiva. Únicamente Quintana Roo tuvo un nivel medio alto, el resto fue calificado como medio bajo y bajo nivel de competitividad. Ante este tema que es importante y también delicado por aquello de que López y su 4-T siempre ’tienen otros datos’, es importante lo que el 26 de septiembre del 2023, publicó en su Columna, Enrique Quintana en el Financiero, ¿En verdad crece más el sur del país? señalando que cuando se afirma que el sur del país ahora sí está creciendo, a diferencia de lo que ocurría en otros sexenios, es una afirmación que hay que tomar con pinzas., porque no todo el sur es igual, dado que hay grandes contrastes entre las entidades. Y va a ser difícil que el ritmo de crecimiento en algunas entidades vaya a ser sostenido. Destacando que acorde con los datos del INEGI, el estado que más crece en esa región y en el país completo es Tabasco. En el primer trimestre del 2023, el indicador de actividad económica estatal creció a un ritmo de 10.7 por ciento a tasa anual. Haciendo notar que, sin duda alguna, la construcción de la refinería de Dos Bocas, ha sido el factor que dinamizó la actividad del estado. A partir del 2018, el crecimiento de la entidad ha sido de 41.7 por ciento, lo que implica un ritmo medio de 8.2 por ciento por año. De igual manera, otro estado beneficiado por la obra pública es Oaxaca, que creció el último año a un ritmo de 8.3 por ciento anual. Pero el acumulado en el sexenio, es de 12.4 por ciento, lo que implica una tasa anual media de solo 2.8 por ciento, por lo que parece que en este estado solo en los últimos trimestres hubo un crecimiento más acelerado. En cuanto a Quintana Roo, se benefició por la obra pública de la construcción del Tren Maya y tuvo un crecimiento de 8.0 por ciento en los últimos 12 meses. Pero con la pandemia, se afectó severamente la actividad turística, por lo que el crecimiento acumulado desde 2018 fue del 4.8 por ciento, implicando una tasa anual media de 1.1 por ciento. Yucatán creció 3.7 por ciento el último año, ligeramente por arriba del promedio nacional. Pero en el saldo sexenal el crecimiento acumulado es de 2.3 por ciento, una tasa media de 0.5 por ciento por año. Chiapas su crecimiento del último año fue de 2.9 por ciento, y el acumulado en el sexenio fue de 5.9, con un promedio anual de 1.3 por ciento. Guerrero en los últimos 12 meses creció 2.1 por ciento, y su acumulado en el sexenio es un retroceso de 1.6 por ciento, con una caída promedio anual de -0.4 por ciento. Y Campeche, su crecimiento del último año fue de 0.5 por ciento. Pero su saldo en el sexenio es una caída de la actividad económica de -15.3 por ciento, lo que significa un retroceso promedio por año de -3.9 por ciento. Y concluye señalando que ’Al ver estos contrastes, se puede observar que cuando se afirma que el sur del país ahora sí está creciendo, a diferencia de lo que ocurría en otros sexenios, es una afirmación que hay que tomar con pinzas’. Sinceramente esperamos que el sureste crezca y que sea sostenible, pero en base a una realidad, no a noticias espectaculares, que solamente sirven para tratar de hacernos creer que México avanza, cuando la cruda realidad es que no es como lo afirman.