Aunque todavía no se acaba de resolver el conflicto por el desabasto de gasolina por el combate iniciado en contra del huachicoleo, cuando ya se preparan acciones para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para terminar con las pérdidas por el robo de energía.
​Para comparar la gravedad de la pérdida en el caso de la energía eléctrica, de acuerdo con cifras de la CFE, esta práctica representó pérdidas por 25 mil 700 millones de pesos en el primer semestre de 2018, mientras que por el robo de hidrocarburos durante todo el año pasado se calcula que huachicoleros obtuvieron ganancias superiores a 50 mil millones por el robo de 58 mil 200 barriles, al comercializar el combustible en promedio de 15 pesos por litro.
​Es decir que en ambos casos los daños resultan similares, aunque por el consumo de gasolina para las diferentes actividades cotidianas, tanto productivas como personales, se le ha dado una mayor difusión, pero las pérdidas económicas por ambas razones resultan lesivas para las finanzas públicas.
​Más la CFE precisó que las pérdidas de tipo no técnico, corresponden a las derivadas por embestidas, diablitos y colgado de cables en postes, son inferiores a las de carácter técnico, es decir las derivadas de la operación de la propia empresa, por la energía que se disipa a causa de las propiedades físicas del sistema y de conductores en transmisión, transformación y distribución, son más costosas, al estimarse en 34 mil 253 millones de pesos.
​En reciente conferencia de prensa Luis Bravo Navarro, vocero de la CFE, dijo que la empresa analiza las pérdidas por robo de energía eléctrica y actuará en consecuencia; precisó que con base en los análisis y sus resultados, se tomará una decisión para evitar el robo de energía, pues el objetivo es que esa empresa sea rentable y regrese a su sentido social.
​Precisó que ’los diablitos son lo de menos. Los grandes corporativos también pueden tener sus diablotes’, por lo que también se revisará esa situación, aunque los resultados de sus análisis se darán a conocer entre abril y mayo próximos.
​En el caso de robo de energía de los postes, se dan tanto en zonas donde no existen postes para conducir el cableado, entonces los consumidores extienden sus líneas que al no estar debidamente colocadas, resultan más riesgosas y demandan mayor carga de energía.
​De acuerdo con un informe de la CFE y de la Confederación Nacional de Comerciantes de Material Eléctrico, se estima que el 20% de las 100 mil conexiones irregulares detectadas se ubican en territorio del Estado de México, es decir que la entidad se coloca entre las primeras cinco a nivel nacional en este renglón,
​En anteriores declaraciones de Manuel Bartlett, director general de la CFE, aseguró que ’los diablitos son lo de menos, lo grave son los diablotes. Los grandes corporativos que también tienen diablitos y diablotes’. Por ello, se anunció, también se efectuará un análisis para saber dónde está la mayor pérdida a fin de actuar en consecuencia.
​Otro renglón de pérdidas es el relativo a los llamados Deudores Oficiales donde con información generada por la Unidad de Transparencia, se reportaba que dependencias federales, gobiernos estatales y municipales reportaban hasta el pasado 31 de julio adeudos con la CFE por más de 14 mil 484 millones de pesos.
​En este renglón, casi un total de mil 28 ayuntamientos en el país tenían hasta esa fecha adeudos pendientes por seis mil 105.7 millones de pesos y, de ese monto, más de la mitad es decir tres mil 781 millones de pesos, correspondía a 85 ayuntamientos del Estado de México, encabezados por Ixtapaluca, Texcoco y Chicoloapan. Tan solo el primero de ellos tenía pagos por cubrir desde octubre de 2009.
​Ya con todo lo anterior debe considerarse que resolver el problema de las pérdidas económicas en materia de energía eléctrica deberá ser atendido por el gobierno federales, pero con una mejor estrategia que la aplicada con los huachicoleros para evitar mayores problemas.
​Si bien el enfocarse a las empresas que no pagan el consumo así como el adeudo de autoridades municipales y estatales pueden ser resueltos por la vía del diálogo, la mayor dificultad será regularizar a usuarios y comerciantes informales que mediante los diablitos utilizan ilegalmente el servicio.
​Por un lado, deberá de extenderse la infraestructura para colocar los postes donde sea necesario y optimizar el servicio pero, también, debe considerarse que se han registrado casos de vecinos de colonias populares, principalmente, quienes han rechazado el cambio de medidores analógicos por digitales, ya que los primeros resultan obsoletos y mediante varias maniobras, como el colocarlos de cabeza, se falsea el registro del consumo.
​Sin embargo, la mayor dificultad será en el caso de los vendedores ambulantes y el comercio informal, para quienes resulta lo más natural del mundo colgarse del cableado público para realizar sus actividades irregulares, por lo cual puede anticiparse que al igual que los huachicoleros se resistirán a abandonar esa práctica.
​Por último, lograr superar esas deficiencias no será una tarea a corto plazo, pero dependerá de cómo actúen las autoridades para evitar más pérdidas económicas.

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