Supongamos que usted enferma y acude al servicio médico público, es decir el otorgado por el gobierno federal y, tras la revisión médica le recetan varias inyecciones de penicilina, pero cuando acude a la farmacia le dan las dosis indicadas por el doctor, pero al revisarlas encuentra que ya tienen no meses, sino años de haber caducado. La pregunta sería: ¿se las aplicaría?
Probablemente si no tiene otra opción finalmente acepta se las apliquen pero con la duda de que quizá le hagan efecto y le sirvan para combatir la enfermedad o, en caso contrario, solo le sirva como placebo, es decir que solo sea para que le ayude a mentalizarse de que le ayudará a superar su enfermedad.
Algo semejante sucedería con las vacunas que la Secretaría de Salud aplicará a las personas en riesgo, como quienes padecen enfermedades crónicas, embarazadas, menores y adultos mayores en octubre próximo, cuando también se inoculen a 24 y medio millones de personas de los grupos prioritarios de población en riesgo, junto con la de la influenza en su campaña anual,
Según con lo expresado la semana pasada por Jorge Alcocer, secretario de Salud federal, que se iban a usar las vacunas Abdala, de Cuba, Sputnik, de Rusia, y probablemente la Patria, con el único ’pero’ de que ninguna de ellas ha sido aprobada por la Organización Mundial de la Salud, ni mucho menos están actualizadas con las nuevas variantes del covid-19.
Entre las nuevas cepas destaca la ómicron La variante Ómicron cuyas infecciones son más leves, pero algunas personas pueden enfermarse gravemente, necesitar hospitalización e incluso morir a causa de la infección por esta variante.
Por eso existe desconfianza acerca de la efectividad de esas tres vacunas y, aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador había anticipado que otras vacunas, si actualizadas como Pfizer o Moderna, podrían ser comercializadas –lo que entusiasmo a muchos, quienes están en posibilidad económica de adquirirlas–, parece que ya metió reversa y ha quedado en el limbo la posible autorización para sus ventas en farmacias.
Los especialistas recomiendan mantener las diferentes medidas preventivas, ya que en época de fríos pueden registrarse nuevas olas de contagios, ante ello recomiendan la aplicación de vacunas verdaderamente eficientes, no que solo sirvan para cumplir con estadísticas de vacunaciones pero que resultarán ineficientes. Por lo tanto, no desechar los cubrebocas, ni el uso de gel antibacterial, ya que de esa forma habrá menos riesgo de enfermar.