Sin duda alguna el presidente Andrés Manuel López Obrador gobierna un país totalmente ajeno a la realidad que vive gran parte de la población en el país, incluso asegura que siete de cada diez lo apoya en su administración.
De acuerdo con la visión presidencial, la pandemia de coronavirus no solo se encuentra controlada, el número de enfermos va a la baja y existen camas disponibles para atender a quienes han resultado contagiados; además, existen acuerdos con diversos laboratorios y empresas farmacéuticas para adquirir vacunas, mismas que una vez lleguen al país, serán distribuidas en todo el país.
Bajo el argumento de ’prohibido prohibir’, rechaza la aplicación de medidas coercitivas para imponer medidas restrictivas, por ejemplo hacer obligatorio el uso de cubrebocas, ya que considera que el pueblo mexicano es sabio e inteligente y sabe tomar las mejores decisiones.
López Obrador asegura que la economía mantiene un rumbo favorable y que ya se recuperan los empleos perdidos durante la fase más difícil de confinamiento por el coronavirus, incluso asegura que el próximo año se va a recuperar los niveles en que se encontraba antes de la pandemia. Es más, aunque admitió que hay reservas de camas para atender la pandemia, reconoció que ’han habido más contagios, pero tampoco algo descontrolado, de alarma’.
Esas son las condiciones que ve el presidente, que además cada que puede las reitera constantemente, en particular en sus conferencias mañaneras, más la realidad no inventada, incluso respaldada con datos oficiales resulta ser mucho muy diferente.
A pesar de que el presidente ha expresado desde hace tiempo y en reiteradas ocasiones que la pandemia ha sido controlada y que pronto se superará el problema, la realidad es que desde que se presentaron los primeros casos, desde marzo pasado, las cifras de contagiados y de fallecidos se han mantenido constantes, quizá se entró en una meseta, es decir no hubo crecimiento sino una constante, pero nunca se ha registrado una caída constante.
Es más, en las últimas semanas han aumentado los casos, al grado de que estados como Chihuahua, Durango y Zacatecas, han tenido que regresar al semáforo epidemiológico en color rojo, mientras otras entidades como la Ciudad de México y el Estado de México se han mantenido al límite máximo del color naranja.
En su conferencia de prensa del viernes 4 de diciembre, López Obrador hizo un llamado a los mexicanos en para actuar con responsabilidad durante las celebraciones de diciembre ante el covid-19, "porque la pandemia sigue dañando, causando estragos y mientras no tengamos la vacuna lo mejor de todo, lo más eficaz, es cuidarnos nosotros mismos", y presentó un decálogo de lo que se debe hacer durante los festejos decembrinos.
Tras recordar que cuando se pidió a las personas se quedaran en casa, fue posible tener camas para pacientes con Covid-19, formuló un nuevo exhorto para que todos actuemos con responsabilidad, sin relajar la disciplina y tras insistir por enésima ocasión que rechaza medidas coercitivas, que impongan limitaciones personales, manifestó que aunque ’somos libres, si no tenemos nada verdaderamente importante qué hacer, no salgamos a la calle’.
Entre las medidas para enfrentar la pandemia durante diciembre se encuentran las recomendaciones voluntarias como no salir a la calle, no hacer fiestas o reuniones con familiares y amigos, es decir evitar tener reuniones amplias en casa y, en cambio, propuso la comunicación ya sea por teléfono o mediante videollamadas.
López Obrador recomendó que cuando una persona presente síntomas de coronavirus, de inmediato llamar a Locatel o al 911, además de acudir a los centros de salud y a los kioscos donde se hacen las pruebas. Aunque las mismas autoridades capitalinas han reconocido que varios hospitales ya no tienen capacidad para recibir a más pacientes.
Por ello anunció que la próxima semana la Ciudad de México tendrá 500 camas más para atender en terapia intensiva a pacientes con covid-19, con ventiladores y especialistas, seguirá la contratación de médicos porque se necesitan más apoyos para una mejor atención y además se van a ampliar los espacios hospitalarios.
La conclusión es que en su discurso López Obrador afirma que la pandemia se encuentra bajo control y se cuenta con la suficiente capacidad para enfrentar el problema, pero en los hechos sabe que eso no es cierto y por ello el anuncio de las diferentes medidas para enfrentar el incremento de los contagios.
Lamentablemente ha sido fallido el manejo de la pandemia por parte de las autoridades mexicanas y, lo peor, es que no se ven indicios de que vaya a mejorar. Por lo tanto, la resolución de la contingencia sanitaria no será pronta y esperar a que se resuelva con la llegada de las vacunas será una simple y débil esperanza.
Lo que si se deben cumplir para evitar más contagios son las ya acostumbradas medidas de seguridad: usar cubrebocas, mantenerse en casa y únicamente salir para lo indispensable y usar constantemente el gel antibacterial y el lavado de manos.