El que Donald Trump haya ganado las elecciones presidenciales en Estados Unidos, genera más desconcierto y dudas acerca de todos sus compromisos electorales a nivel mundial, ya que para muchos son simples expresiones de fanfarronerías o falsa superioridad, pero en el caso de las advertencias formuladas hacia México son asuntos que no pueden ignorarse.
A nivel mundial resultaron contrastantes las expresiones generadas por la victoria del también empresario, quien llegará a la Casa Blanca por segunda ocasión. Así, por ejemplo, mientras Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, y Javier Milei, presidente de Argentina, entre otros, se mostraron contentos ya que coinciden en las misma corriente ideológica de derecha, en tanto Volodímir Zelenski, mandatario de Ucrania, debe estar preocupado ya que no tendrá el mismo respaldo y apoyo económico y militar que le ha sido ofrecido con Joe Biden.
Debido a la cercanía territorial y a las relaciones económicas y sociales entre México y Estados Unidos, nuestro país fue objeto de un constante ataque propagandístico de parte de Trump, quien en su ’misión’ de ’hacer nuevamente grande a Estados Unidos’, anticipó diversas medidas que aplicará en nuestra contra desde el primer día de su mandato.
Tan solo desde el arranque de su segunda campaña presidencial, en noviembre de 2022 y hasta la fecha, el virtual presidente electo formuló al menos 41 distintas promesas sobre lo que pretende hacer a su llegada al Despacho Oval. Anunció que sería un dictador únicamente en su primer día a fin de impulsar su plan mediante la emisión de decretos presidenciales, donde gran parte de ellos se relacionan con nuestra nación y los mexicanos.
Entre otros compromisos se encuentra iniciar la mayor deportación de inmigrantes de la historia de Estados Unidos, cerrar la frontera con México, eliminar las protecciones a personas indocumentadas casadas con ciudadanos norteamericanos, además de advertir que en caso de no controlar la migración y no combatir eficazmente al crimen organizado, entonces aplicará aranceles a productos nacionales con un 25% inicial y de ahí para arriba.
Pero también amenazó con una mayor protección a la economía de su nación y, para ello, aplicaría más aranceles a los productos mexicanos que importa, en particular aquellos que tienen partes originarias de China, nación con la cual Trump iniciaría una guerra comercial, sin omitir sus intenciones de renegociar o hasta cancelar el tratado de libre comercio.
Aunque existen analistas y observadores quienes dudan de que muchas de esas propuestas no se concretarían, ya que en lugar de beneficiar a su economía interna le perjudicaría. Por ejemplo, de expulsar a los migrantes ilegales, entonces faltaría mano de obra para ejecutar trabajos que los estadounidenses no están dispuestos a realizar; también, en caso de aplicar los aranceles, quienes resultarían afectados serían los consumidores, al pagar ellos más por los productos mexicanos que no son producidos en su nación y a los cuales están acostumbrados a consumir.
Entonces se expresa la confianza en que esas inquietudes queden como simples fanfarronadas, pero el problema sería que sí Trump las cumple, entonces en México se entraría en una verdadera crisis económica y social, cuyas consecuencias sería difíciles anticipar y poder afrontar y resolver de la mejor forma posible.
Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se ha mostrado optimista en la futura relación que mantendrá con Trump. Aunque inicialmente se mostró cauta al expresar el reconocimiento a la victoria electoral del candidato del partido Republicano. Primero, en la conferencia mañanera del miércoles, un día después de las elecciones, anunció que esperaría hasta el anuncio de los resultados oficiales para manifestar su reconocimiento.
Pero después de que Kamala Harris, candidata demócrata, y el presidente Joe Biden, reconocieran la victoria del republicano, entonces la mandataria mexicana emitió su mensaje de felicitación en redes sociales, donde reveló su compromiso de trabajar con diálogo y respeto a nuestras soberanías. Incluso. al día siguiente sostuvo una conversación telefónica con Trump.
En ese diálogo, que calificó como ’una llamada muy cordial’, detalló: ’Fue una llamada muy cordial, quiero destacar esto, él inició la conversación felicitándome por el triunfo por las elecciones, obviamente le devolví la felicitación’; agregó que en la llamada, Trump mencionó el ’tema de la frontera’, a lo que ella dijo que ’ya habrá tiempo para poderlo platicar’.
Nada más para comparar que en la anterior elección presidencial estadounidense, el entonces mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador tardó 38 días en reconocer el triunfo de Joe Biden, como una expresión de su respaldo al entonces derrotado republicano.
Ahora no solo en México sino en todo el mundo se estará a la expectativa de los futuros nombramientos de quienes serán los colaboradores cercanos de Trump, para poder delinear con mayor precisión cómo se planteará su administración, la cual iniciará el próximo 20 de enero, lo cual también deberá servir para el gobierno mexicano defina sus posibles estrategias para lo que vendrá posteriormente.