Ante los violentos hechos registrados el pasado sábado 5 de marzo en el estadio Corregidora, donde 26 personas resultaron lesionadas, finalmente la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) se quedó corta en las sanciones impuestas, donde destaca la no desafiliación del equipo Gallos Blancos de Querétaro.
Entre las medidas adoptadas están cambiar propietarios, suspensión por cinco años de la actual directiva, que los equipos principal, femenil y fuerzas inferiores no jueguen con público, ya sea en el Corregidora o en otro estadio, un año y una multa de 1.5 millones de pesos.
Sin embargo se omitió algo que debía ser central: desaparecer las barras de animación, es decir grupos y porras que acuden a los juegos para ’apoyar’ a sus cuadros favoritos, los cuales han sido señalados como promotores de actos violentos en anteriores ocasiones.
Así el cuadro queretano se salvó de ser el primer desafiliado de la Femexfut por hechos violentos, ya que anteriormente ha sucedido pero por problemas económicos de los dueños de los equipos con jugadores, cuerpo técnico y empleados.
Ya sucedió dos veces con los Tiburones Rojos del Veracruz. En 2011, cuando el entonces propietario Mohamed Morales no cubrió varios adeudos, incluso fue detenido en el 2015 por presunto fraude fiscal. Más reciente, en 2019, los futbolistas jarochos no jugaron por falta de pagos y se acordó la expulsión de Fidel Kuri, en esos momentos dueño del equipo.
Otros casos: en el 2000 se desafilió a los freseros del Irapuato, incluso se sospechó que la directiva tenía nexos con el narcotráfico; en el 2003, se sancionó a los Colibríes de Morelos;; en 2011 a Indios de Ciudad Juárez, quienes tras dos años de vida y colarse a su primera liguilla, donde eliminó al América y Guadalajara, fue expulsado por sus deudas sin cubrir: en el 2017 Jaguares de Chiapas fue sacrificado por deudas de sus dueños.
También se han expulsado a equipos de otras divisiones: en 2008 a los Mapaches de Nueva Italia, Michoacán, por irregularidades, escándalos y presuntos nexos con el narcotráfico; en el 2014, Delfines de Ciudad del Carmen, ya que la empresa Oceanografía, copropietaria además de Querétaro, fue asegurada por la PGR por irregularidades a un préstamo bancario.
El reto actual para la Femexfut es evitar nuevos casos de violencia al interior de los estadios pero no con medidas reactivas sino preventivas, con sanciones ejemplares, no con decisiones tibias o simplemente decorativas, colaborar con las autoridades para identificar a los inadaptados que acuden a los partidos no a disfrutar de un juego, sino para sacar sus violentos instintos. De otra forma la verdadera afición se alejará de los partidos y todos los involucrados en las actividades futbolísticas, desde jugadores, personal técnico y administradores hasta vendedores¸ todos resultarán afectados deportiva y económicamente.