A la edad de cien años falleció Luis Echeverría Álvarez, quien fuera presidente de México de 1970 a 1976, cuando el Partido Revolucionario Institucional era el partido mayoritario y la oposición política era prácticamente inexistente, al grado de que en las elecciones de 1976 sólo existió un candidato oficial a la presidencia: José López Portillo.
¿Cómo puede resumirse su gobierno? Primero, aunque como secretario de Gobernación se le consideró responsable de los hechos sucedidos el 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, con el que se prácticamente se dio por terminado el movimiento estudiantil, pero el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz fue quien asumió la autoría de la represión social.
Sin embargo ha sido señalado como el directamente responsable del llamado Jueves de Corpus, el 10 de junio de 1971, cuando sucedió el enfrentamiento entre el grupo paramilitar llamado ’Halcones’ con estudiantes en San Cosme, aunque hizo que el entonces regente capitalino Alfonso Martínez Domínguez cargara con la culpa.
Con Echeverría surgió la guerrilla urbana por jóvenes que creyeron era el momento para una revolución social mediante las armas, la cual fue combatida mediante la llamada ’Guerra Sucia’ donde se registró la ilegal desaparición de muchos inconformes.
También se distinguió por su hiperactividad, ya que al dormir pocas horas iniciaba sus actividades desde al menos a las siete de la mañana, para terminarlas a altas horas de la madrugada por lo que sus colaboradores más cercanos apenas podían seguirle el ritmo laboral.
Como el primer presidente populista alcanzó gran popularidad entre la población y, al sumarse su actividad internacional al impulsar su Carta de los Deberes y Derechos Económico de los Estados y el alentar al grupo de países del tercer mundo, es decir naciones en desarrollo, se creó su ilusión de ser secretario general de Naciones Unidas, pero se conformó con dirigir el Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo y ser presidente de la Asociación Latinoamericana de los Derechos Humanos.
En materia económica, en su administración la inflación se mantuvo en 27% anual y, al final, tras dos décadas de mantenerse la cotización del dólar en $12.50, el peso se devaluó. Con esa crisis iniciaron las de fines de sexenio que terminaron hasta con Ernesto Zedillo Ponce de León, quien entregó finanzas sanas a Vicente Fox Quesada.
No se puede omitir que Echeverría fue el impulsor del golpe a la redacción en el periódico Excélsior, en un intento de acallar a la prensa crítica, pero le resultó todo lo contrario porque quienes salieron de ese diario posteriormente crearon la agencia de noticias Cisa y la Revista Proceso, el original periódico Unomásuno, El Financiero y La Jornada, además de otros comunicadores que trabajaron de manera independiente.
Este es un apretado e incompleto resumen de lo que sucedió en su sexenio, pero puede dar una idea de que a partir del sexenio de Echeverría nuestro país empezó a transformarse y puede considerarse que el dictamen popular y el juicio de la historia coincidirán en muchos puntos, donde el veredicto final será negativo hacia el expresidente