COMENTARIO A TIEMPO
FELICIDADES EN ESTA NAVIDAD Y SIEMPRE
Teodoro Rentería Arróyave
Más allá del origen de la Navidad, que es pagano y que con el paso del tiempo la Iglesia Católica adopta la fecha del 25 de diciembre para celebrar el nacimiento de Cristo y así oponerse a los saturnales en honor del Dios Saturno, la humanidad la hecha suya y prácticamente se celebra en todo el mundo, más allá de las creencias religiosas locales, nacionales o regionales.
Nos remitimos a la investigación de la periodista y académica, Zhema Fernández, quien nos indica que aunque la Navidad es actualmente época de regalos, de celebraciones y reuniones familiares, lo cierto es que su origen responde en realidad a otros factores históricos que involucran al poderoso Imperio Romano, a ritos paganos y poco tienen que ver con el hecho histórico que conmemoran: el nacimiento del niño Jesús.
Todos conmemoramos el nacimiento de Jesús de Nazaret el 25 de diciembre, pocos saben que se desconoce la fecha exacta de este hecho histórico, al analizar ciertos fragmentos de los evangelios, así como de otros documentos de aquella época, han permitido a los historiadores exponer diferentes hipótesis sobre el nacimiento de Jesucristo, algunos lo fijan en abril o mayo, mientras que otros consideran que ocurrió en septiembre u octubre.
Empecemos por aclarar que aunque asociamos el origen de la Navidad a los mitos cristianos y al catolicismo, puesto que representa el nacimiento del niño Jesús; en realidad, esto es un error, al menos tal y como tenemos hoy en día aceptada la Navidad.
Empecemos para explicar esta duda deslindando la Navidad pagana y la Navidad cristiana. El origen de la Navidad no es para nada cristiano, porque la primera vez, según la historia, que podemos ubicar a las Navidades como las celebradas ahora, surgió casi dos siglos después del nacimiento de cristo por lo que, incluso después del nacimiento del niño Jesús, las Navidades se seguían celebrando en torno a la figura de Saturno que los romanos implantaron.
Expliquémonos Los romanos celebraban la Saturnalia romana que no era más que un festival que representaba el solsticio de invierno y honraban al dios Saturno. Durante esta fiesta, los romanos se alborotaban y por ello, los pocos cristianos que existían en aquella época, se oponían a estas celebraciones tan descontroladas.
De esta manera, la Navidad cristina surgió para sustituir la celebración de Saturno, rey del Sol. Más tarde, cuando la religión cristiana se impuso en todo el Imperio Romano, el rey Justiniano declaró la Navidad como unas fiestas cívicas, aunque poco duró esta compostura, pues en la Edad Media las fiestas navideñas se convirtieron en días para beber y estar de juerga de la mañana a la noche.
De hecho, si miramos costumbres antiguas, puede parecer muy raro celebrar el nacimiento de alguien ya que, en los primeros siglos de Iglesia Cristiana, se solía celebrar la muerte de las personas que eran importantes y no sus nacimientos.
También tenemos que observar la siguiente cita para darnos cuenta de que, en realidad, esta festividad no es aceptada en la Biblia: ’Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres’ (Mateo 15:9). La Navidad no es un mandamiento de Dios -es una tradición de los hombres. Cristo continuó: ’Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición’. (Marcos 7:9)
La Saturnalia o los saturnales se celebraba cuando el sol estaba más bajo en el cielo y, así, los días se hacían más largos. Eso simbolizaba el crecimiento. Durante esa época se honraba a Saturno, dios del Sol y del fuego. También era relacionado con la agricultura, pues esta necesitaba el sol para poder sembrar y que las cosechas creciesen. El festival de invierno llamaba a este dios del Sol para que volviese y las cosechas siguiesen creciendo, por eso mismo el planeta Saturno también toma el nombre de este Dios, pues sus anillos y el color rojo marcaban esta asociación.
El origen de esta costumbre de Navidad se remonta a los romanos cuando, en Saturnalia, también intercambiaban regalos unos con otros.
En un principio, el 25 de diciembre no fue elegido para la Navidad porque fuese el nacimiento de Cristo, si no que era la mejor formar de sustituir la Saturnalia, una celebración pagana que, cuando el mundo eclesiástico se impuso, debía ser totalmente exterminada.
La explicación más consistente de los historiadores es que el origen de la Navidad estuvo relacionado con una serie de decisiones tomadas por los altos mandos de la iglesia cristiana en los siglos III y IV. Entre ellas, se considera como la más determinante, la moción del Papa Julio I en 350 para establecer la navidad el 25 de diciembre. Esto fue decretado 4 años después por el Papa Liberio.
La elección de esta fecha se relaciona con la necesidad de la recientemente oficializada religión cristiana de imponerse sobre los tradicionales cultos paganos romanos. En diciembre se celebraba -en el gran espacio ocupado por el Imperio Romano- el culto a Saturno, dios de la agricultura (principal sustento y actividad económica de estos pueblos). Las Saturnales se realizaban del 17 al 23 de diciembre, los días más cortos del año, y luego el 25 de diciembre se consideraba en nacimiento del nuevo sol.
La iglesia cristiana eligió entonces el 25 de diciembre como día del nacimiento de Jesús como estrategia en su proceso de expansión, en el que sistemáticamente buscó absorber y fusionar sus celebraciones con los ritos paganos de los diversos pueblos convertidos.
El ritual de la navidad fue evolucionando con los siglos, lo que festejamos hoy día es muy distante de estas primeras navidades, y responde principalmente a costumbres originarias del siglo XIX y a la influencia de la sociedad de consumo.
Sin embargo, como afirma la propia investigadora Zhema Fernández, la verdadera historia del origen de la navidad no debe distanciarnos de nuestras creencias personales y familiares. Puesto que la esencia de estas fiestas trasciende lo histórico, y reside en lo espiritual, y está muy bien que así sea.
En consecuencia, respetados lectores, radioyentes, televidentes y cibernautas felicidad plena en esta NAVIDAD y siempre, en compañía de sus queridas familias.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal irradia noticias.com
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