Una pregunta: ¿usted se compraría muebles nuevos, así como accesorios para una casa que ni siquiera tiene los planos? Pues por supuesto que no ya que, por ejemplo, desconoce el tamaño y orientación de las recámaras, de la sala, cómo quedaría la cocina integral para ubicar desde la estufa y las alacenas hasta el refrigerador, así como las cortinas para las ventanas.
Sucede que se necesita tener una base concreta como sería las dimensiones de los diferentes espacios, sitios donde se ubicarían las ventanas, la orientación de los cuartos en relación al paso del sol, a fin de obtener la mejor iluminación natural, así como el posible mejor sitio para pantallas planas, aparatos de sonido, etcétera, etcétera.
Es decir, se requiere de tener un proyecto inicial el cual, con el paso del tiempo y de acuerdo a cómo se desarrolle la construcción de esa hipotética casa, podrían requerirse ajustes a fin de que resultara lo más funcional posible, para finalmente adquirir mobiliario y accesorios.
Algo semejante sucede con las ideas y propuestas del presidente Andrés Manuel López Obrador que nadie dudaría de que tienen buenos propósitos pero el llevarlos a la realidad es donde la situaciones se tornan difíciles ante la falta del respaldo de un buen proyecto o estudio.
Pero por lo visto el presidente se siente dueño de la verdad única y absoluta, donde solo él tiene la razón y no acepta que nadie, ni siquiera sus ’asesores’ o ’colaboradores cercanos’ le lleven la contra, ya que de suceder así muy seguramente se le impondrá, entre otros calificativos, de conservador, neoliberal, corrupto, entre los más usuales.
Por esa misma razón envía sus iniciativas de ley, donde exige que no se le cambie ni una coma, uno de los motivos para que a pesar de ser aprobada por la mayoría legislativa morenista, posteriormente sean impugnadas y anuladas por diversas inconsistencias.
Así, entre sus recientes ocurrencias está que el titular de la Fiscalía General de la República se electo, tal como lo propone para los integrantes de jueces y magistrados del Poder Judicial, lo cual ha sido severamente criticado por los juristas.
La última, difundida en su mañanera del miércoles, que para combatir la escasez de medicinas –problema que él creo y se agudizó con el paso del tiempo–, consiste en crear ’almacenes o bodegas con todas las medicinas del mundo’, lo cual resulta inviable por diversas razones, como el mantener los medicamentos en condiciones óptimas o que no caduquen.
Sinceramente alguien debería de hacer entender a López Obrador que con ocurrencias no se solucionarán los problemas que se padecen cotidianamente en todo el país.