El caso de la tesis plagiada de la magistrada Yasmín Esquivel, ya parece más el argumento de una vieja telenovela que un verdadero conflicto legal donde se involucran situaciones políticas, académicas y personales, donde aparentemente los involucrados no quieren aceptar alguna responsabilidad y se echan la culpa entre todos.
Ante todo ello es evidente que Esquivel no quiere dejar su cargo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación y se aferra a él con todas sus fuerzas, aún más allá de condiciones éticas. Incluso, se ha rumorado que el presidente Andrés Manuel López Obrador le ha buscado una salida digna, ofreciéndole otro cargo dentro de la administración pública federal.
Sin embargo existe un ’pero’: para asumir alguna responsabilidad de alto nivel, como lo es la actual magistratura, es requisito un respaldo académico que acredite la preparación adecuada para el cargo al que se le propone, es decir un título profesional, y si a Esquivel se le cancela el título universitario o su cédula profesional, no podría cumplir con esa condición.
Existen otras alternativas que no requieren de un título, pero por el momento no deben existir vacantes a la altura de la aún magistrada; también podría proponerla como embajadora, pero aparentemente no está dispuesta a salir del país o no hay una representación a su altura.
Ante la imposibilidad del gobierno federal para evitar la sanción legal por el plagio de la tesis, se buscará retrasar todo lo posible ese dictamen, lo que daría el tiempo para encontrar una salida adecuada a la magistrada y evitar caer en el error de ’vivir fuera del presupuesto’.
Eso puede suceder ya que existe un vacío legal para definir cómo proceder en el caso de plagio de tesis, tanto en la Universidad Nacional Autónoma de México como en las autoridades educativas federales. El abogado penalista Gabriel Regino admitió que no hay una ley sobre cómo proceder en caso de plagio de una tesis a fin de proceder a anular el título, su registro y cédula correspondiente.
Por ello consideró que ahora se deberán reformar los correspondientes marcos legales para prevenir supuestos futuros casos, pero mientras en el caso de Esquivel propone debe mediar una sentencia judicial que ordene la anulación, lo cual se lograría a través de una investigación de la Fiscalía General de la República por posibles conductas delictivas, siempre y cuando no hayan prescrito, pero no por denunciar el plagio de la tesis porque ya no es vigente.
Por lo que se advierte esta telenovela podría prolongarse indefinidamente, solo faltaría darle un título atractivo proponerla a alguna televisora, ya sea abierta o a través de streaming.