….bum… pum…bum…pum…pum…pum…bombea. En el epicentro de la República. Allí, en el Palacio Nacional. ¡Y retiemble en su centro! Vibra. Estremece como sismo omicrónico. En cada latido expande y de la desdentada boca exhala urbi et orbi, el frío lenguaje de la muerte.
Para mantenerse, el fiambre sexagenario aspira la energía adolorida de la agonía terminal de los contagiados en la pandemia del tercer milenio, el suculento festín de los infantes y mujeres con cáncer, de las víctimas de la inseguridad protegida de sus cómplices criminales. ¡Es un muerto que se mantiene vivo como vampiro, como zombi!
Su profundo e histórico resentimiento impide la esperanza de expiarse en el amor, por la imposible reconciliación de su enanez mental secundado en una visera cardiaca de hielo. ¡Qué diferente fue con las condiciones de los protagonistas de un falangista y una republicana en El Corazón Helado! La novela editada en 2007 y Ganadora del Premio José Manuel Lara en 2008, de la madrileña Almudena Grande, que parte a la Gran Redacción Universal el 27 de noviembre de 2021.
¡Y el de la enanez mental, todavía se burla de los condenados a muerte! Como si aderezara su platillo en el ara de los sacrificios pandémicos que le cayó como anillo al dedo. Y como si extrajera de una lata de caramelos endilga, el engaño mediático divino:
¡Hay salvación! Hombres y mujeres de poca fé. ¡La salvación la otorga el endiosado amado líder:
Para evitar contraer el virus es necesario no mentir, no robar y no traicionar, y enmarca una carcajada burlona para fortalecer la estrategia sanitaria con un detente o salvaguardia del Sagrado Corazón de Jesús en la mano derecha con la frase: Detente virus, enemigo maldito, y en la mano izquierda un inhalador y las palabras mágicas: Mi vick vaporub bendito me protege.
¿Atención médica con medicamentos? ¿Para qué? Ese dinero es necesario para las inversiones familiares camufladas de empresas de interés público, para distribuir la miseria y el hambre disfrazadas de riqueza como el efímero vapor de una tetera, algo así como si se portan bien, se ganarán el derecho de ver como el miserable exhalador de muerte, es cuidado por servicios médicos del primer mundo y es tanta su generosidad que podría permitirles ver como degusta manjares y hasta podrían aspirar a ser merecedores de las sobras, como las que disfrutan sus mascotas habilitados de propagandistas.
….bum… pum…bum…pum…pum…pum…bombea el congelado corazón de un despojo humano, en el fétido ambiente apocalíptico de los desposeídos del derecho de comerse unos importados plátanos de La Palma… de su derecho a expresarse… de su derecho a ¡Vivir! Porque han muerto en la resignación cobarde del silencio temeroso… a la muerte.