El que los talibanes hayan ocupado el poder en Afganistán tras la salida de los militares estadounidenses, es una mala noticia para el mundo en general y para las mujeres en particular. Para el mundo, por el hecho de que esa nación continuará como la principal generadora de opio y amapola en el mundo, ingredientes para producir droga con gran demanda global lo cual, de acuerdo a analistas internacionales, alentará su mayor producción.

Pero para las mujeres, después de dos décadas de haber gozado de muchas libertades, se anticipan que sus condiciones sociales podrían padecer un grave retroceso, ya que cuando los talibanes gobernaban Afganistán eran objeto de diversas y dolorosas limitaciones establecidas por la aplicación de una versión ultra rigurosa de la ley islámica, por lo que muchos países y organizaciones temen por la suerte de las niñas y las mujeres afganas.

Por ejemplo, cuando los talibanes encabezaban esa nación, las escuelas para niñas estaban cerradas, las mujeres no podían viajar ni mucho menos trabajar, eran obligadas a llevar en público un burka, vestimenta que cubre todo el cuerpo y el rostro, únicamente permitiéndose una rejilla de tela a nivel de los ojos.

Al presentarse públicamente por primera vez en décadas el principal portavoz talibán, Zabihulla Mujahid, emitió un mensaje de reconciliación con la promesa de que se respetarán los derechos de las mujeres pero, aclarando, siempre bajo la ’ley islámica’.

Puntualizó: "Vamos a permitir que las mujeres trabajen y estudien’ ya que ellas ’van a ser una parte muy activa en la sociedad, pero en el marco del Islam", subrayó, y reiteró que "se necesita a las mujeres y se les va a permitir trabajar".

Por su parte Suhail Shaheen, portavoz del buró político del grupo en la ciudad de Doha, aseguró que no será obligatorio el uso del burka, al aclarar que ’no es el único hiyab (velo) que puede llevarse. Existen diferentes tipos que no se limitan al burka".

Sin embargo, aunque de manera aislada, medios internacionales reportan que diversos grupos de mujeres afganas han salido a las calles a protestar y exigir se les respeten sus derechos, pero no debe descartarse que de continuar en los próximos días estas manifestaciones se cometan actos de represión en su contra.

Resultaría lamentable y doloroso que los talibanes vayan a limitar los derechos de las mujeres en pleno Siglo XXI, cuando en otras partes del mundo se les reconoce y alienta para superarse tanto a nivel personal como por género.