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Ocurrencias e incongruencias

Adrián Chavarría Espinosa

Ocurrencias e incongruencias
Abril 02, 2019 18:56 hrs.
Política ›
Adrián Chavarría Espinosa › El Informador Analítico

Conforme transcurren los días se establece que en la administración encabezada por Andrés Manuel López Obrador se actúa más por ocurrencias que por proyectos o programas definidos, a fin de atender las diferentes problemáticas políticas, económicas y sociales, a lo cual se suma que no siempre cumple con sus principios de no robar, no mentir y no traicionar, pero de ninguna forma lo reconoce
​Por ejemplo, de acuerdo con Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), durante los primeros 116 días de su administración, de los 28 mil 458 contratos subidos a la plataforma de Compranet, el 74.3% se han adjudicado de manera directa, solo en el 18.3% se utilizó la licitación pública y en el 7% la invitación restringida.
​Mediante un comunicado este organismo señaló que ’en los 116 días que lleva este Gobierno se ha configurado un patrón recurrente de ejercicio de los recursos públicos a través de adjudicaciones directas o de invitación restringida que va en contra del espíritu de la Constitución y sus principios’.
​Para respaldar estas afirmaciones citó varios ejemplos, como los contratos de los estudios para el Tren Maya, por un total de 90.8 millones de pesos; la adquisición de 671 pipas para el abasto de gasolina por mil 765 millones de pesos o siete contratos de Pemex de invitación restringida por 44 mil millones de pesos para servicios de construcción de infraestructura, instalaciones de plataformas petroleras, servicios de perforación en campos terrestres, certificación de volúmenes de reservas, así como servicios de consultoría.
​Pero, además, en el gobierno federal se han desarrollado acciones y redefinido programas sin respaldos, sustentos o estudios que, presuntamente, garanticen buenos resultados tanto para la sociedad como para la economía y con ello, al gobierno mismo.
​Ya se han reiterado los casos de los programas sociales anulados, como los de estancias infantiles y de los comedores comunitarios, así como la cancelación de plazas de honorarios y de personal de confianza, pero hay un ejemplo más específico que ilustra cómo se han hecho las cosas sin un análisis previo ni considerando posibles consecuencias: la adquisición de pipas para transportar gasolina.
​Como se recordará, desde finales de diciembre comenzó el combate al robo de combustibles, actividad ilícita conocida como huachicoleo, acción que de ninguna forma puede considerarse como negativa, pero el problema fue que se decidió cerrar los ductos afectados para que no fuesen objeto de saqueos, pero no se previeron alternativas para mantenerse el abasto adecuado para los consumidores.
​¿El resultado? Falta de combustible en las estaciones de servicio con las consecuentes largas filas de consumidores, en espera de la llegada de pipas para ver si acaso se les podría medio cargar medio tanque.
​Entonces, tras la primera ocurrencia de iniciar el combate al huachicoleo pero sin anticipar las consecuencias, entre ellas definir otras medidas que subsanaran la adecuada distribución del combustible ante el cierre de ductos, López Obrador anunció el 21 de enero la firma de contratos para adquirir en Estados Unidos 662 pipas con un costo cercano a 85 millones de dólares en total, ’con el fin de garantizar el abasto de combustible en el país.’
​Supuestamente para acelerar la puesta en funciones se decidió que la adquisición de esas unidades sería por asignación directa, pero finalmente resultó ser otra ocurrencia, ya que en su reciente gira por Tuxpan, Veracruz, entre otros puntos dio a entender que ya había quedado atrás la crisis del desabasto de gasolinas.
​Pero ahora resulta que sí esa crisis ya se superó pero sin haberse recibido la totalidad de las 662 pipas anunciadas, solo han llegado al país 280 y de ellas solo 69 están en operación mientras que las otras 211 restantes se encuentran en proceso de verificación, calibración, rotulación y emplacamiento y se calcula que todas podrán operar en al menos otros dos meses.
​Entonces nuevamente se concluye que la compra de todas estas pipas se realizó sin un debido análisis, porque a pesar de haberse adquirido en el extranjero y mediante asignación directa, no funcionaron en los momentos de emergencia y la pregunta sería, ¿qué tan conveniente resulta todavía adquirir todas estas unidades?
​Resulta necesario que el actual gobierno federal supere lo más pronto posible la curva de aprendizaje y se deje de ocurrencias que en nada benefician y en lugar de generar ahorros, provocan dispendios y gastos innecesarios.
​En fin, resulta necesario que López Obrador no solo se rodee de buenos asesores sino que, además, los escuche para analizar los diferentes problemas y adopte las decisiones más convenientes, de lo contrario sus medidas no resultarán todo lo positivo y deseable, por lo cual se reincidirá una y otra vez en ocurrencias y decisiones imprevistas, sin respaldo y sin analizar ni prever sus posibles consecuencias.

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