A partir de este domingo 15 de enero entran el vigor las reformas al reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco, con las cuales tanto tiendas, supermercados como diversos puntos de venta tendrán prohibido exhibir cajetillas de cigarros –sólo podrán mostrar la lista de precios–, mientras restaurantes, oficinas y escuelas suprimirán sus áreas para fumadores así como impedir todo tipo de patrocinios por parte de empresas tabacaleras.
Por supuesto esta medida, implementada por el gobierno federal que constantemente ha reiterado la frase de ’prohibido prohibir’, generará por parte de los afectados no una simple lluvia sino una, literal, tormenta de amparos contra esas medidas, al argumentar que no tienen claridad ni generan certeza jurídica, además de provocar afectaciones económicas tanto a productores como a comerciantes.
También anticipan que generará un problema de mercado negro y aumentará el contrabando de cigarros, ya que de acuerdo a sus cálculos anualmente entran 6 mil billones de piezas de cigarros, los cuales generan evasión por 13 mil 500 millones de pesos de impuestos.
Mientras Hiram Vera, presidente del Consejo Nacional de la Industria Tabacalera, anunció que sus integrantes, como British American Tobacco y Japan Tobacco, recurrirán al amparo, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Germán González Bernal, resaltó que ellos también dará la batalla.
González Bernal recordó que sus agremiados tienen hasta el 24 de febrero para hacer amparos o 15 días siguientes a que les afecte el acto de autoridad y remarcó: ’Vamos a apoyar a 600 mil establecimientos en el país con asesoría jurídica’.
Asimismo, Héctor Tejada Shaar, presidente de la Confederación de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), detalló que prohibir la exhibición de cigarros en las tiendas afectará a casi medio millón de comerciantes, además de generar informalidad: En el país más de la mitad de las empresas y empleos son informales y con este tipo de medidas facilitamos o hacemos que la informalidad pueda crecer, el que no pueda o quiera cumplir con las medidas se va a ir a la informalidad’.
Resulta contrastante el que autoridades que constantemente reiteran la frase de ’prohibido prohibir’, hayan avalado estas restricciones. El tabaco es considerado una droga legal y, sin duda, quienes fuman están conscientes de sus consecuencias por lo cual exagerar las prohibiciones no ayudará a evitar su consumo, pero si afectará la actividad económica.