Al conmemorarse el 22 de marzo como el el Día Mundial del Agua, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dio a conocer un estudio para alertar sobre qué podría ocurrir en nuestro país en caso de que este recurso se termine, donde sus conclusiones no son nada positivas ya que las personas no han tomado conciencia de la crisis que se avecina.
Se advierte que el agua podría terminarse en unos años de seguir los malos hábitos que mantienen millones de seres humanos alrededor del mundo. En el caso de México se tiene una disponibilidad de 0.1% del total del agua dulce del planeta, donde su distribución es desigual ya que gran parte de su territorio está catalogado como zona semidesértica y en la clasificación mundial, se le considera como un país con baja disponibilidad.
Ante ello la UNAM destaca que en un periodo menor a 10 años podríamos llega al Día Cero, es decir el momento cuando la sequía terminará con el suministro de agua, para dar paso a su racionamiento. Por lo tanto serán cada vez más frecuentes los cortes de agua y su reparto a través de pipas, como ya sucede en varios estados del país, por lo que se exhortó a cambiar este desalentador futuro y cambiar hábitos de consumo, uso y desperdicio.
Según datos de la ONU, a nivel mundial la industria utiliza 22% de agua, contra 8% para consumo personal, y 70% la agricultura, mientras tanto en México la Comisión Nacional del Agua (Conagua) revela que la agricultura utiliza entre 68 y 70%, la industria y las hidroeléctricas cerca de 14%, mientras para el uso doméstico se dedica aproximadamente el 10%.
Pero también establece que la agricultura y ganadería son los sectores que más la desperdician con un 57% del total, principalmente por infraestructuras de riego ineficiente, en mal estado, obsoleta o por fugas, donde en el caso particular de las redes de distribución de agua hacia el Valle de México, se desperdicia cerca de 35% por fallas en las tuberías.
Tanto la Conagua como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales revelan que anualmente caen en México cerca de 711 milímetros de lluvia, lo que se traduce a un billón 489 millones de metros cúbicos, donde en varios sitios cerca del 20% llega a ríos y arroyos, 73% se evapotranspira y regresa a la atmósfera, y sólo cerca del 6% se filtra a los mantos, sin omitir que actualmente se carece de la tecnología para su captarla, almacenarla y aprovecharla.
Por todo lo anterior la UNAM exhorta reducir la huella hídrica y evitar el desperdicio de agua potable en actividades cotidianas, como tomar demasiado tiempo en la regadera o lavar el automóvil con una manguera. De lo contrario todos padeceremos su carencia en breve tiempo.