La renuncia de Ricardo Mejía a la subsecretaría de Seguridad federal para ser postulado como candidato a la gubernatura de Coahuila por parte del Partido del Trabajo debió encender las alarmas al interior de Morena, al ser el primer caso de un político inconforme con el sistema de encuestas aplicado por el actual partido mayoritario para definir a sus candidatos a cargos de elección popular.
Entre otras cosas sucede que con esta candidatura se pone en riesgo la presunta victoria del senador Armando Guadiana, postulado por Morena, ya que no solo generó una división a su interior, además pierde a dos aliados electoral ya que, además, el Partido Verde se unió a un partido local para participar en la elección.
De esta forma son los otros aspirantes serían el priista Manolo Jiménez, por la coalición PAN-PRI-PRD; Evaristo Lenin Pérez Rivera, por el Verde en coalición con el partido local Unidad Democrática de Coahuila; y Mejía por el PT en solitario.
Mejía, considerado brazo derecho de Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana federal, quien incluso acudía todos los jueves a la conferencia mañanera presidencial a rendir el informe titulado ’Impunidad Cero’, nunca se mostro satisfecho con la designación de Guadiana y tras una aparente disciplina, esperó casi al último momento para aceptar la candidatura ofrecida por el PT.
Anticipando posibles conflictos con los aspirantes presidenciales, el sábado hubo una junta en la Secretaría de Gobernación con los gobernadores morenistas para solicitarles ’piso parejo’ para las cuatro ’corcholatas’, incluido el senador Ricardo Monreal, y donde estuvieron presentes Claudia Sheinbaum y, por supuesto, Adán Augusto López Hernández, reunión impugnada por el consejero electoral Ciro Murayama, quien recordó que la Constitución prohíbe a los funcionarios públicos intervenir en los procesos electorales.
Además, Mario Delgado, presidente nacional de Morena, envío una carta a los citados 22 mandatarios de Morena, para pedirles ’invitar a sus estados’ a los cuatro aspirantes para que los ayuden a que la gente los conozca más en sus entidades, lo cual resulta difícil si se tiene presente, por ejemplo, el enfrentamiento entre Monreal y la campechana Layda Sansores.
La decisión de Mejía ha llegado muy al interior de Morena, ya que además de seguir con el sistema de encuestas, pretende evitar futuras deserciones con sus reuniones y misivas, pero eso no le garantiza total lealtad de quienes tengan futuras aspiraciones electorales.