La reciente Semana Santa resultó inédita a nivel mundial, ya que la pandemia de Covid-19 ha obligado a la población de gran cantidad de naciones a permanecer en casa, con el consecuente cierre de negocios, comercios y servicios por lo cual las repercusiones económicas negativas son por el momento incuantificables.

Resultó raro ver que las tradicionales actividades religiosas se desarrollaron sin feligreses. Por ejemplo, realmente resultó triste observar al Papa Francisco a solas en una plaza de San Pedro, en El Vaticano, para desarrollar la liturgia correspondiente aunque sus mensajes buscaron levantar el ánimo en el mundo.

Lamentablemente en México, algunos católicos escépticos del coronavirus desoyeron las recomendaciones de las autoridades para no asistir a eventos públicos multitudinarios y a pesar de la intervención de elementos policiacos, militares y de la Guardia Nacional, siguieron adelante con la representación de La Pasión de Cristo.

Es de reconocer también que por primera vez en su historia la representación en Iztapalapa, a la cual asisten millones de personas, se desarrolló a puertas cerradas, es decir solamente con los actores. También para quienes si respetaron el encierro en casa, además de internet varios canales de televisión pública, difundieron las actividades religiosas desde iglesias, catedrales y la Basílica de Guadalupe.

Lo rescatable es que en esta ocasión no hubo desperdicio de agua con motivo del Sábado de Gloria. Un punto positivo, al menos al concluir la Cuaresma.

Sin embargo, aunque la fecha de conclusión de la contingencia por el coronavirus está fijada para el 30 de abril, por lo ya anticipado por las autoridades de Salud, que calculan en aproximadamente dos o máximo tres semanas pasar a la fase tres de la pandemia, es de esperar que las medidas restrictivas se prolonguen al menos otro mes más.

De registrarse esta situación, el sector comercio será uno de los más afectados ya que vienen dos importantes fechas de ventas, una por el Día del Niño, y la otra por el Día de las Madres, la cual regularmente registra una de las más altas ventas en el año. Por lo tanto en este 2020 no habrá comidas fuera de casa, regalos, flores, serenatas y demás, todo lo cual representará otro golpe a la economía nacional.

En fin, siguen días difíciles para todos pero sin duda debemos apoyar y mantener vigente la recomendación de seguir en casa para evitar mayores contagios por coronavirus.