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A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador defiende a capa y espada su estrategia de seguridad y considerar que se va por buen camino, la realidad es que el clima de inseguridad se incrementa y con toda seguridad, lamentablemente el presente año concluirá como el más violento en toda la historia.
​Muchos podrán decir que esa conclusión se establece a partir del inicio de la estadística, pero sucede que ha excepción de periodos de conflicto social, la Revolución Mexicana por ejemplo, es cuando se han registrado elevados números de decesos, pero nunca antes en las llamadas etapas de paz civil.
​Según López Obrador no se combatirá la violencia con más violencia y prefiere utilizar exhortos, frases como abrazos, no balazos, decir fuchi y guácala a criminales o amenazar a los delincuentes con acusarlos con sus mamás o abuelitas para que vayan por el buen camino.
​Como parte de su estrategia de campo, en julio entró en operación la Guardia Nacional, cuerpo de seguridad formado por militares y policías para combatir la inseguridad en el país, pero hasta el momento no ha generado los resultados esperados.
​Al compararse el primer año del sexenio de los últimos cuatro presidentes, el de López Obrador ha sido el más violento ya que en once meses se han registrado 26 mil 967 asesinatos, cifra superior a la registrada en todo el primer año de Enrique Peña Nieto con 21 mil 567 casos: de Felipe Calderón, con 10 mil 427; y de Vicente Fox, con 13 mil 917.
​De acuerdo con las estadísticas mensuales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, octubre registró un alza en los homicidios dolosos y otros delitos, aunque disminuyeron los feminicidios en 27 casos con respecto al mes anterior.
​Más estadísticas del citado organismo indican que en octubre hubo un incremento en otros delitos con respecto al mes anterior: 5% en secuestros; 12.72% en extorsión; 2.79% en robo a casas; 6.88% en robo a transeúntes; y 3.93% en violencia intrafamiliar.
​Estados con las cifras más altas de asesinatos: Guanajuato con 305, Baja California con 235, Chihuahua con 217, Michoacán con 215 y el Estado de México con 196 casos.
​En fin, estos son algunos datos ofrecidos por las mismas autoridades, razón por la cual el presidente López Obrador no podrá argumentar que cuenta con otros datos. Por el bien de la sociedad mexicana es necesario que se rectifique y se modifique la estrategia federal de seguridad, de lo contrario inexorablemente la violencia seguirá en constante ascenso,